jueves, 3 de marzo de 2011

Color de muerte.

La palabra 'sandblasting', seguro que te resulta rara. Mira que la palabreja es fea , pero es que además trae la muerte para algunos de los que la usan en sus puestos de trabajo.
Hace años cuando éramos mucho más jóvenes, los vaqueros además de ajustados se estilaban lavados a la piedra. Moda que vuelve de nuevo a ser actualidad, dejando unos pingües beneficios para las empresas que los comercializan. La técnica que se utiliza para conseguir este aspecto envejecido es el 'sandblasting', es decir, aplicar un chorro de arena directamente sobre la tela vaquera para obtener ese color de prenda usada.
El problema está, en que si bien el resultado estético es del agrado de los europeos y americanos; un amplio porcentaje de trabajadores, que utilizan esta técnica, son diagnosticados de silicosis; enfermedad pulmonar grave que puede llevar a la muerte y que se suele confundir con la tuberculosis. La silicosis es una enfermedad profesional ocasionada por la sílice de la arena, muy conocida en la minería, pero aún no reconocida dentro de la industria textil. Los mineros tardan 20 años en presentar esta enfermedad. Los trabajadores del 'sandblasting', sin embargo, caen enfermos en sólo seis meses. No pudiendo ya jamás llevar una vida normal, o en el peor de los casos muriendo.
En Europa el 'sandblassting' está prohibido desde el año 1966 , y sólo se puede usar si se aplican las medidas oportunas de protección, aunque desde 1990 ningún fabricante la usa.
Pero claro nos llevamos la mierda a otros países donde los costes son mínimos y los beneficios máximos. Léase fabricar los pantalones tan molones respirando directamente el sílice. Esto ocurre diariamente en Bangladesh, China, Pakistán, India o Siria. En Turquía se prohibió en el 2009.
La Campaña Ropa Limpia, pretende erradicar esta peligrosa técnica; marcas como Pepe Jeans, Armani, Diesel, Levi-Strauss, Inditex, El Corte Inglés, C&A y H&M, y otras aseguran no utilizarla en las prendas que comercializan. Pero nadie sabe en origen, cuáles son las medidas que usan para vigilar el cumplimiento de esta prohibición.
Nadie nos garantiza tampoco que ningún producto de los que adquirimos en Zara, Bershka, Massimo Dutti, las anteriores marcas y muchas otras, están limpios del todo: jornadas laborales de sol a sol, hacinamiento, ningún día de descanso, poca remuneración, amenazas, castigos, menores explotados, abusos ... Esclavitud consentida en pleno siglo XXI.
Me gusta mucho la ropa, pero a veces no es que no sepa que ponerme , es más bien que no sé donde meterme.