lunes, 14 de febrero de 2011

Celebración del amor.

'Romeo y Julieta', acto II, escena II (Bajo el balcón de Julieta)"

"JULIETA: -Y dime ¿Cómo has llegado hasta aquí y para qué? Las tapias del jardín son altas y difíciles de escalar, y el sitio de muerte, considerando quien eres, si alguno de mis parientes te descubriera.
ROMEO: – Con ligeras alas de amor franqueé estos muros, pues no hay cerca de piedra capaz de atajar el amor; y lo que el amor puede hacer, aquello que el amor se atreve a intentar."
(William Shakespeare)

En el número 27 de la Vía Cappello, en la hermosa ciudad de Verona, se encuentra la casa de Giulietta, y el famoso balcón desde el que ella escuchaba los sentidos versos que Romeo le dedicaba.
Poco sospecharía Shakespeare cuando escribió, una de las más bellas historias de amor de la literatura, Romeo y Julieta, que el escenario de su drama se convertiría en un lugar de peregrinación para los enamorados del todo el mundo.
Cuando llegas a la casa de Julieta, te embriagas del embrujo del amor, cuántos versos, cuántas promesas, cuántos secretos de corazones enamorados, tapizan todos los muros de la casa: notas de todos los colores, corazones rojos como la sangre, pinturas y grafitis de amores que fueron y serán eternos.
El amor nace, crece y se reproduce, pero nunca muere; porque el mundo sin amor , no tendría esperanza.