La fundación ‘PEQUEÑO DESEO’ se fundó en España en el año 2000 por Iñaki Orive. Su objetivo no es otro que hacer felices a los niños con enfermedades crónicas o con mal pronóstico. Más del 80% de los casos que atiende son niños con cáncer, y muchos de ellos, para tratarlos, deben estar en un hospital de referencia lejos de casa. Todos sabemos que en estas enfermedades una actitud positiva ayuda mucho , así que porque no hacerlo concediendo un deseo, la fundación lo hace de tal forma que la magia del evento envuelve no sólo al niño sino a la familia, es tanta la ilusión y las emociones que se generan que la sensación de felicidad, satisfacción y agradecimiento resulta abrumadora.
El primer deseo que se concedió fue el de Daniel, un niño madrileño que quería ser bombero por un día. Le hicieron un casco a la medida de sus 4 años, le regalaron un uniforme, le enseñaron todas las instalaciones, le montaron en un camión, pudo hablar por radio, manejar la grúa e incluso subió en helicóptero.
Desde ese pequeño sueño realizado, la varita mágica se ha agitado muchísimas veces llenando de polvo mágico el corazón de los niños, y llenando de gratitud y esperanza el de sus familias.
Qué poco cuesta hacer feliz a estos niños tan especiales, tienen el corazón tan grande que sus deseos más queridos parecen muy pequeños. Esta el caso de una niña que quiso ser princesa y paseo en carroza y fue al Palacio Real. O el de Jaime, de 6 años, con leucemia, que quería ser policía, le regalaron un uniforme y contactaron con la DGP y se volcó en el caso. Un policía se presentó en su casa : "¡Vengo a buscar al policía Jaime!"... Y os lo podéis imaginar, fue de patrulla con todos los coches, voló en helicóptero... Fue un día tan intenso, que de vuelta a su casa se durmió. Cuando se despertó, le preguntó a su madre: "Mamá, ¿lo he soñado o he sido policía?".
Pequeños deseos tan variopintos, como ir a buscar a los 7 enanitos al tren cuando vienen de trabajar de la mina, o conocer a La Oreja de Van Gogh, al Canto del Loco, a David Bisbal, ver a un ser querido que vive lejos, nadar con delfines, tener una cochecito en casa para poder jugar, o un ordenador o un Nenuco,… La sorpresa está asegurada, y por supuesto antes de comenzar ningún preparativo para no crear falsas expectativas se consulta con el equipo médico para comprobar si la realización del deseo es viable. Si no hay ningún problema el viaje a los sueños más queridos se hace realidad. La fundación se financia con aportaciones privadas, empresas y particulares, y cada seis meses publica un boletín en el que las personas que han colaborado con su tiempo, con un euro o con 100.000 pueden ver el fruto de su esfuerzo. Se puede colaborar también enviando un mensaje la palabra VARITA al 7796, recibirás en tu móvil el logo de la Fundación . El importe del SMS es de 1,20 € más impuestos, de los que 0,50 € serán donados a Pequeño Deseo
El primer deseo que se concedió fue el de Daniel, un niño madrileño que quería ser bombero por un día. Le hicieron un casco a la medida de sus 4 años, le regalaron un uniforme, le enseñaron todas las instalaciones, le montaron en un camión, pudo hablar por radio, manejar la grúa e incluso subió en helicóptero.
Desde ese pequeño sueño realizado, la varita mágica se ha agitado muchísimas veces llenando de polvo mágico el corazón de los niños, y llenando de gratitud y esperanza el de sus familias.
Qué poco cuesta hacer feliz a estos niños tan especiales, tienen el corazón tan grande que sus deseos más queridos parecen muy pequeños. Esta el caso de una niña que quiso ser princesa y paseo en carroza y fue al Palacio Real. O el de Jaime, de 6 años, con leucemia, que quería ser policía, le regalaron un uniforme y contactaron con la DGP y se volcó en el caso. Un policía se presentó en su casa : "¡Vengo a buscar al policía Jaime!"... Y os lo podéis imaginar, fue de patrulla con todos los coches, voló en helicóptero... Fue un día tan intenso, que de vuelta a su casa se durmió. Cuando se despertó, le preguntó a su madre: "Mamá, ¿lo he soñado o he sido policía?".
Pequeños deseos tan variopintos, como ir a buscar a los 7 enanitos al tren cuando vienen de trabajar de la mina, o conocer a La Oreja de Van Gogh, al Canto del Loco, a David Bisbal, ver a un ser querido que vive lejos, nadar con delfines, tener una cochecito en casa para poder jugar, o un ordenador o un Nenuco,… La sorpresa está asegurada, y por supuesto antes de comenzar ningún preparativo para no crear falsas expectativas se consulta con el equipo médico para comprobar si la realización del deseo es viable. Si no hay ningún problema el viaje a los sueños más queridos se hace realidad. La fundación se financia con aportaciones privadas, empresas y particulares, y cada seis meses publica un boletín en el que las personas que han colaborado con su tiempo, con un euro o con 100.000 pueden ver el fruto de su esfuerzo. Se puede colaborar también enviando un mensaje la palabra VARITA al 7796, recibirás en tu móvil el logo de la Fundación . El importe del SMS es de 1,20 € más impuestos, de los que 0,50 € serán donados a Pequeño Deseo
Hazte mago por un día, a veces,” cumplir el deseo de un niño es su mejor medicina".
La Casa de las Palabras con ...
"Clica y entrarás en la Fundación"
Fuente:Entrevista a Iñaki Orive, fundador de la Fundación Pequeño Deseo (Imma Sanchís, La contra de La Vanguardia, 30/07/2008)