lunes, 27 de septiembre de 2010

¡ Féliz Dia Corazón!



"No sé Corazón si felicitarte por ser tu día, o darte mi más sentido pésame por el maltrato al que te sometemos diariamente. Estamos tan acostumbrados a exigir derechos, que olvidamos la gran suerte con la que somos agraciados al tocarnos al nacer un corazón sano y fuerte.
Ya desde el principio de nuestra convivencia te vemos como una propiedad privada, y como tal te tratamos, somos desconsiderados contigo y te mandamos callar te guste o no el trato a que te sometemos, no te escuchamos cuando protestas, no tenemos en cuenta tus necesidades, te explotamos laboralmente las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, sin descanso ni gratificación , hasta las comidas las tienes que hacer mientras trabajas con el agravante de obligarte a ingerir alimentos que no te gustan y merman tus facultades. Para ti no existe el ocio tienes que aguantar sin rechistar nuestro mal humor y tiranía, nuestra prisa diaria, nuestro rencor, agobio y frustración, te obligamos a vivir rodeado de insatisfacción y parece que nos encanta darte guantazos con nuestro estrés personal. Procuramos que el ambiente laboral sea el más opresor e insano posible, sometiéndote a toda clase de vejaciones y obligándote a drogarte con todos los malos hábitos disponibles en nuestro mundo.

Eres nuestro vasallo y nosotros tus soberanos, nos debes obediencia ciega, tu obligación es funcionar con el mismo rendimiento que el primer día. Cuando empiezas a fallar pensamos que hemos tenido mala suerte y que nos ha tocado un siervo débil y flojo. Hay quién en ese momento de su vida te presta atención y comienzan a apreciarte reconociendo los abusos continuos a los que te ha sometido. Otros sin embargo te aprietan más las tuercas para que aprendas quien manda, hasta que un día no puedes más y dejas de funcionar, entonces se van contigo sin vislumbrar siquiera que tú eras el motor de sus vidas.
Qué tiranía la del ser humano con su salud , un derecho fundamental del que olvidamos lo más fundamental, “que la salud es un bien, y su cuidado sí es un derecho y un deber de todos”.

Por eso quiero dar las gracias a todos los corazones, a los pequeños y a los grandes, a los generosos, y a los rencorosos, a los que aman tanto , y a los que tanto odian, a los débiles y a los fuertes, a los que necesitan más mimos y cuidados que los normales, a los idealistas, a los corazones sinceros y a los mentirosos, a los que son leales, a los incansables, a los altruistas, a los que llegan a todas partes, a los corazones artistas, a los corazones obreros, capitalistas, científicos, curiosos, traviesos, felices, positivos,…, a todos los corazones,… GRACIAS CORAZÓN.
PD. Especialmente quiero agradecer el trabajo y dedicación de los que han dejado de latir , su música siempre acompaña el bombear de nuestros corazones."

Día Mundial del Corazón, 26 de Septiembre del 2010.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Matices de Otoño.


(El Otoño- Vivaldi)

El Otoño es una estación espectacular, una de esas puestas en escena que se quedan grabadas con letras doradas en la memoria. Recuerdo especialmente, los frecuentes viajes que realizaba entre mi pueblo y Granada en los meses otoñales, observar como iba cambiando el paisaje a medida que se acercaba el ecuador del invierno era sencillamente una llamada para que el alma se emocionara ante tanta belleza de la naturaleza. La vega granadina, los bosques, las montañas,..., todo pintado hermosamente por los matices ocres de la paleta otoñal, verdes profundos y resignados al frío, toda clase de amarillos oro engalanando el paisaje, los anaranjados matices de la tierra, el rojo tiñendo de sangre las hojas antes de morir, los marrones tristes de la despedida, el musgo cubriendo los troncos de los árboles ante las primeras lluvias, los hongos y el embriagador olor brotando de la tierra mojada, el manto de las hojas multicolores tapizando el suelo, el cielo mullido de nubes henchidas de agua, el olor a hierba fresca, la sensación de nitidez en el ambiente, los frutos ricos en sabores y colores…, todo me emocionaba provocando en mi interior quietud y calma.
Hoy en día casi me atrevo a afirmar que es mi estación preferida, me brinda tranquilidad interior y la posibilidad de descubrir en mi matices ocres que se ocultan en mi alma. Es un tiempo que invita a la introspección, hay personas melancólicas que se apabullan y deprimen durante el pase otoñal, tal vez no les gusten lo que ven en su interior y sientan la necesidad de mudar los sentimientos como los árboles sus hojas. No es fácil enfrentarse desnudo al conocimiento de uno mismo, sin embargo es necesario plantarnos batalla sin ningún tipo de máscara y los meses otoñales son la escoba perfecta para limpiar la conciencia.¡BIENVENIDO OTOÑO!

domingo, 19 de septiembre de 2010

María está en todos sitios.

“María y Dionisio, Mónica y Alfonso. Una familia de cuatro miembros como tantas otras familias en España. Los primeros los progenitores y los segundos los hijos. María se levanta con el sueño en los ojos. Se asea , empieza el día que nunca acaba. Prepara el pañal para Mónica, la cambia y asea. Toma la temperatura a Alfonso, no sea que tenga fiebre. Prepara el desayuno, la papilla para Mónica, pone la lavadora, coge a Mónica en sus brazos y la acomoda en su silla, le da de comer con paciencia infinita, la asea de nuevo , la lleva a la sala, pone los dibujos, recoge la cocina, hace las camas, plancha, limpia los cuartos de baño, quita el polvo de los muebles, cambia de postura a Mónica, la besa, le habla, le recuerda a Alfonso sus pastillas. María otra vez en la cocina preparando el almuerzo, otra vez en la sala. Mónica tose, le limpia las flemas, la cambia, le habla. María tendiendo la ropa, haciendo cuentas en su cabeza. María dándole un masaje a Mónica, María en el salón, María en la sala, en los dormitorios, en el baño, en el lavadero. María cansada. Hay sillas en su casa pero no son para María. María con la escoba, con la fregona, con los cacharros , con las medicinas, con los pañales. María que aguanta el dolor de su hombro. Otra vez en la cocina, otra vez con la papilla, que le da de comer muy despacito a Mónica, que la limpia, que la cambia, que la ama , otro cambio de postura. Dionisio y Alfonso que ya no están sentados a la mesa. Su plato frío, el reloj que le dice que ya son las tres y media. Comer rápido, limpiar rápido, oye tos, limpiar las flemas, cambiar pañales, otra vez recoger la cocina, mover a Mónica, hablarle, tocarla, acariciarla, preparar el baño para Mónica, bañarla, secarla, ponerle la ropa, echarle colonia, besarla, charlar con Alfonso, animar a Dionisio, aguantar el dolor del hombro, limpiar el baño.
María en la sala, María otra vez en la cocina haciendo la merienda, preparando la papilla, regañando cariñosamente a Alfonso, preocupándose por él, María cambiando la postura a Mónica, regando las macetas, María cosiendo, María sin tiempo para sentarse, María preparando a Mónica para su paseo, María aprovechando que han salido un momento para limpiar la sala, Maria haciendo la compra , preparando la cena, abriendo la puerta, besando a Mónica, cambiándola de postura, masajeando su cuerpecito, empapándose de la sonrisa de sus hijos. María emocionada. Otra vez la papilla, otra vez el plato frío en la mesa para María. María aseando a Mónica, lavándole los dientes, cambiándole el pañal, poniéndole el pijama, arropándola, María hablando, riendo, preocupándose, amando , llorando. María y su hombro dolorido que ya no aguanta más. María dándole la medicina a Mónica y Alfonso, María vigilante, y arreglando otra vez la cocina, poniendo otra lavadora. María cansada, María que piensa si la vida se equivocó al repartir las tareas. María con Dionisio. María que no se acuesta, María que se acuesta , que se levanta para cambiar de postura a Mónica, que contempla preocupada a Alfonso. El reloj que marca las tres de la madrugada. María en la cama, María que no duerme. María,…”
Mónica tiene 26 años y desde su nacimiento tiene microcefalia y artrogriposis (86% de discapacidad), por lo que recibe 350 € de la Ley de Dependencia.. Alfonso tiene 20 años y desde los 10 enlaza tumor tras tumor, no tiene ninguna ayuda. Dionisio está en el paro, cobra 800 € de subsidio. María y Dionisio llevan 26 años sin vacaciones. María es feliz con sus hijos pero la entristece no poder comprarle ni un regalo de 10 € a Mónica para su cumpleaños, no poder llevarla al fisioterapeuta, no poder cubrir sus necesidades. María nunca se queja.La Ley de la Dependencia en España, demasiadas promesas para una realidad tan dura.
Fuente: El Mundo.
Cuenta corriente de Mónica: Mónica García Gil Díaz/CajaMadrid/20382856343000273683]
Cuenta corriente de María: María Díaz Cañadas/CajaMadrid/20382411733000486447]

domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Quién puede matar a un niño?


¿Quién puede matar a un niño?. Me pregunto , y me viene a la memoria esa película española de Narciso Ibáñez Serrador, en los que los niños asesinan impunemente a los adultos en la isla de Almanzora. Aun antes de empezar ya sabemos que la crueldad y el terror nos van a acompañar durante los cien minutos siguientes. Durante los créditos se ven escenas reales de adultos torturando y asesinando a niños en distintas guerras y hambrunas, niños cuya mirada inocente no comprende que manos que tenían que protegerles, se conviertan en armas asesinas.
¿Quién puede matar a un niño? – preguntaba el pescador en la película. La respuesta era NADIE. Nadie puede matar a un niño, sin embargo la vida nos dice que sí, que se pueden maltratar y romperlos en mil pedazos como si fueran menos que nada. Niños que se mueren de hambre, niños de los que sus propios padres abusan sexual y psicológicamente, niños que son arrojados a los contenedores de basura nada más nacer, niños que son abandonados en la más tierna infancia para que se busquen la vida, niños soldados obligados a matar y violar si quieren comer y vivir, niños que sólo quieren que nuestras manos los cobijen, y los guíen por un camino de amor y comprensión.
Me he hecho esta pregunta al enterarme de la muerte de Guissepe, el niño mexicano de 10 años secuestrado el pasado 24 de agosto, y que fue encontrado muerto el miércoles 8 de septiembre, a pesar de que su padre pagó el rescate que pedían sus secuestradores. Su vida valía menos que el rescate, estaba condenado pasará lo que pasará. Los ecos del mundo nos traen muchas malas noticias como ésta, muchas estadísticas de muertes prematuras y violentas, de maltrato, indefensión e inanición.
¿Quien puede matar a un niño? Es la pregunta que se hace el director Narciso Ibáñez, pero la película no pretende dar la respuesta, sino más bien, mostrar la dura realidad que ésta encierra.
¿Cuándo recuperará esta sociedad su cordura? Me pregunto y la respuesta se queda suspendida en el aire, hay mucho sufrimiento en la Tierra para que alguien me responda.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Me gusta la gente.

Al escribir en el buscador de internet: "La gente que me gusta" de Mario Benedetti, te aparecen 4.999,000 resultados. Sin embargo creo, que es un bulo tremendo pues este poema no aparece en la obra del gran poeta uruguayo, ni tampoco cuadra con sus creencias religiosas, ni con su estilo. Del autor o autores no tengo ni idea pero de que me gusta la gente no tengo ninguna duda.
Me gusta y creo en la gente, de todas las condiciones sociales, de todos los verbos y dichos, me gusta la gente de todos los colores, y hechuras, de todas las edades. Me gusta la gente que ríe, y que gasta bromas, que saca lo bueno que llevo dentro, que no juzga, que no desfallece, que sueña, vive y desea, que ama y que hierve, que no es rencorosa, que comparte, que da confianza, que estrecha fuertemente la mano y mira a los ojos, que busca en las palabras el corazón, que es humilde y coherente, que no traiciona, que es generosa, que da y no espera nada a cambio, que respeta, que no es violenta, que es resistente, que se cae y acepta una mano, que da un abrazo cuando es necesario, que da lo que pide, que cree en los demás, que dice las cosas como las piensa y que escucha lo que le dicen, la que anda con paso seguro sin pisotear a nadie, la que no se queda anclada en el pasado, la gente que avanza, que hace y deja hacer, que busca alternativas, la que es sincera porque no se traiciona, que es considerada y empática, la que se ama y ama, la que no daña ni se daña, la que no se rinde. Me gusta la gente y, por supuesto me gusta gustar a la gente. ME GUSTA SER GENTE.