Hace ya muchos años, estudiando Psicología Cognitiva en la Facultad, tuve que participar obligatoriamente en unos talleres sobre relajación, en ellos tenía que aprehender, tanto el método de Relajación Progresiva de Jacobson , como el de la Respuesta de Relajación de Benson. Al principio no avanzaba nada, el problema era que no creía en lo que estaba haciendo. No me quedó más remedio que implicarme o de lo contrario mi asignatura corría peligro.Hoy en día me alegro mucho de haber participado en ese taller pues aprendí a relajarme, para mí fue algo mágico el control que mi mente adquirió sobre mi cuerpo en situaciones de ansiedad, estrés y peligro. No voy a tratar ambos métodos, sólo decir que en la Respuesta de Relajación de Benson, aprendemos a relajarnos mediante la meditación, utilizando para ello una palabra o una frase secreta, llamada mantra. El mantra ya se utilizaba en el hinduismo y en el budismo. Se trata de repetir nuestra palabra secreta mientras relajamos nuestro cuerpo, de tal manera que se termina por asociar dicha palabra con ese estado, consiguiendo con la práctica evocar con la simple repetición de nuestro mantra un estado de bienestar y confort; mental y físico.
El 12 de Enero del 2010 un terremoto devastó Haití, siendo las consecuencias demoledoras. Actualmente se sigue necesitando la ayuda humanitaria y la implicación del resto del mundo para reconstruir un país que sigue siendo sacudido por los temblores de tierra, pequeños; pero que crean un terror tremendo entre su población.
Cuando un temblor de éstos ocurre la gente se arremolina en grupo, abrazada entre sí. Todos repiten la misma palabra: “Gudu, gudu”. Es la palabra que se han inventado para ahuyentar el miedo, lo exorcizan mediante un mantra colectivo. Es lo único que les queda para luchar contra la naturaleza.
Curiosamente esta palabra inventada por los haitianos para superar su miedo tiene una acepción en euskera :” batalla, guerra ”, y en germánico significa “Dios”.
Que sabrá el corazón de etimología para que los haitianos planten batalla a los seísmos con el “gudu, gudu”,… “Dios de la guerra”.
