viernes, 30 de julio de 2010

Reestreno estival.

No quiero dejar de invitarte a esta tranquila y sosegada película que va a comenzar prontamente para mí. Ha sido estrenada hace tanto tiempo que sería imposible quitarle el polvo acumulado de tantos siglos, y aún más difícil sería hacer una sinopsis en breves líneas de ella, son tantas historias las que abría que contar, tantos los personajes que habría que tratar. Sólo te digo que es una película coral, ubicada en cualquier parte del mundo, en todos los tiempos. Los escenarios son naturales, aquí no se emplea el cartón piedra.
Ni que decirte de los magníficos actores, y de los variados estereotipos que representan, los hay de todas las condiciones sociales, de todos los géneros, edades, hechuras, caracteres, etnias, colores; los hay asesinos, solidarios, egoístas, eclesiásticos, políticos, gobernantes, obreros, aprovechados, corruptos,…No, no es “La Colmena”, pero sí es una colmena humana, variopinta y eterna, la que le da vida.
Me han comentado que los paisajes son de ensueño, y que está rodada íntegramente en 3D. No sé lo que lleva recaudado, pero sé con certeza que será el taquillazo del verano.
La productora Tierra ha tenido en cuenta la precaria situación de los casi cinco millones de personas invisibles y sin trabajo de nuestro país, así como la de todos los invisibles del mundo; para ellos la entrada será de gorra. Pudiendo ir cuantas veces quieran a los cines de verano que estarán abiertos, tanto en el interior como en la costa, las veinticuatro horas del día. No, no seas mal pensado, no hay truco, no tienen que comprar nada, pueden llevarse la comida y las bebidas, lo único que se les pide es no dejar nada tirado y sucio.
Un amigo mío que la ha visto de gorra me ha comentado que tiene un poco de aventura, de romanticismo, de misterio, de reencuentro; que es muy familiar y a la vez muy íntima. Con una banda sonora que te invita al relax, a la alegría más profunda.
Ya no queda nada para el reestreno de mis vacaciones. Quiero sentirlas como un conjuro mágico contra las prisas, quiero vaciarme de todo lo rutinario, y llenarme del agua del mar y de la brisa de la tarde, quiero que lo único que tenga cadencia sean las olas marcándome el latir de la tierra, quiero que las risas de mi gente me acaricien suavemente el corazón, quiero reinventarme en esta vieja película haciendo el papel de mi vida: Yo mism@.